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Declaración aprobada en el día de ayer en sesión plenaria.


El día de mañana, 25 de noviembre, conmemoramos el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia de Género tal y como se promulgó por las naciones Unidas en el año 1993, y como hoy se expone, Violencia contra la Mujer, y otro año más tenemos que lamentar que la cifra que nos recuerda la necesidad de seguir manifestando nuestro más absoluto rechazo a todas las formas de violencia de género, y de seguir luchando activamente en su erradicación, no sólo no disminuye, sino que este año es más elevada que el anterior.

En este contexto es necesario recalcar siempre que la violencia de género es estructural; es la expresión más cruel de la discriminación, la desigualdad y supremacía de una parte de la sociedad sobre otra, que atenta contra el derecho fundamental a la libertad, a la integridad física y moral, a la igualdad y a la dignidad de las mujeres, chocando frontalmente con el derecho a decidir libremente sobre el desarrollo de la propia vida, de forma segura, sin sufrir injerencias por parte de terceros y libre de coacción, discriminación y violencia. Sólo partiendo de esta concepción podemos llegar a entender la magnitud e importancia de la problemática y que su abordaje debe ser, por tanto, integral; desde todas las esferas y contando con todas las Administraciones Públicas y todos los agentes sociales que impulsen medidas específicas y transversales que sean capaces de seguir provocando y avanzando en la transformación social que se necesita para la consecución de una sociedad más igualitaria y libre de violencia contra las mujeres y próspera para todas las personas.

En esta línea, es importante poner en valor los esfuerzos que en materia de igualdad y contra la violencia de género están desarrollando las corporaciones locales de nuestra provincia implicándose activamente en el abordaje de la prevención y sensibilización tal y como se puede ver, por ejemplo, a través de las múltiples acciones desarrolladas a través de las líneas de ayuda para los ayuntamientos que se impulsan desde esta institución y desde el Ministerio de Igualdad a través de los Fondos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Los ayuntamientos son ´agentes de igualdad´ clave con capacidad para aunar a la ciudadanía y sus instituciones o entidades más cercanas en el trabajo por este objetivo.

 

La experiencia confirma que, cuanto más cercana es la Administración, más eficaces son las medidas de sensibilización, de educación o de detección precoz, y mejor es la respuesta de urgencia o el seguimiento de los servicios. Conscientes de ello, las Entidades Locales ejercemos un papel fundamental en el desarrollo e implementación de las medidas del Pacto de Estado contra la Violencia de Género.

Resulta fundamental también tener información pormenorizada y actualizada que permita conocer la magnitud de la problemática a través de datos y estudios de investigación para saber cómo actúa la violencia de género, cuáles son sus manifestaciones, que le permite permanecer inamovible en nuestras comunidades y cuáles son las consecuencias de la violencia contra las mujeres, sobre sus hijas e hijos y sobre la sociedad en general, con el objetivo de redoblar esfuerzos y mejorar los recursos de detección, atención, protección, intervención y reparación y el desarrollo de políticas preventivas desde las edades más tempranas.

 

 

Sólo terminaremos con este tipo de violencia trabajando unidos: todas las Administraciones, el Poder Legislativo, el Judicial y la Fiscalía General del Estado, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, las organizaciones sociales especializadas en violencia de género, los medios de comunicación y el conjunto de la sociedad. Es un problema que atañe a todos y en la que todos debemos tener una respuesta conjunta.

 

La educación y la formación son dos pilares fundamentales para acabar con las desigualdades entre hombres y mujeres y erradicar la violencia por razón de género. Debemos de preocuparnos cómo este tipo de violencia, en vez de retroceder, se está instalando con fuerza entre los jóvenes.

 

Los adolescentes están muy expuestos a las nuevas formas de violencia, como el control en las redes sociales, y los jóvenes disponen de mecanismos muy potentes para ejercer ese control: la situación actual requiere de un esfuerzo mayor para atajar cuanto antes estos comportamientos. Además, las redes sociales y el uso irresponsable de internet exponen a los jóvenes a formas graves de vulnerabilidad y violencia como la explotación sexual o el consumo de pornografía. Desde hace años, son muchas las instituciones españolas las que han venido dando importantes pasos para combatir la violencia de género de manera firme, pero hay que seguir trabajando, haciendo mucho más, la labor pedagógica y ejemplarizante ha de venir desde las familias y todos los estamentos de la sociedad implicados en la educación.

 

Ya desde 2009 el Ayuntamiento de Riaza creó una guía sobre la Violencia de Género que se ha compartido y difundido desde canales de comunicación telemáticos, desde siempre este Ayuntamiento se ha sumado a convocatorias para erradicar esta violencia, charlas, exposiciones, manuales, minutos conmemorativos para mostrar que nuestro pueblo está comprometido contra la Violencia de Género, y el compromiso llegará siempre hasta donde sea preciso para erradicar esta lacra de nuestra sociedad.

 

 

Según los datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género la cifra de mujeres víctimas mortales por violencia de género es de 1.237 muertes desde el 1 de enero de 2003 hasta el día de hoy. A este dato es necesario sumarle el número de feminicidios cometidos fuera del ámbito de la pareja, en cumplimiento con el Convenio de Estambul, que en lo que va de año son 13. 47 mujeres en total desde que empezaron a contabilizarse en enero de 2022. Por lo tanto, el número de mujeres asesinadas por violencia de género (tanto dentro como fuera de la pareja) en este 2023 es de 64. Como siempre se especifica estos datos sólo visibilizan la punta del iceberg, por debajo del cual está el sufrimiento de los hijos e hijas, de las familias, otros tipos de violencias contras las mujeres, el perjuicio que provoca en las comunidades y el retroceso social que supone.

 

El Ayuntamiento de Riaza aparte de reivindicar, quiere recordar a todas las personas víctimas de la violencia de género trasladando todo el afecto y cariño a estas víctimas, así como a las familias.

 

 

Por todo lo expuesto, se propone al Pleno esta Moción a fin de que  se pronuncie sobre la misma y apruebe la siguiente declaración del Ayuntamiento de Riaza:

 

 

Extender una invitación a todas las Instituciones, del Estado, de la Comunidad Autónoma, Provinciales y Locales a unirse a esta Declaración y respaldar todas las iniciativas encaminadas a un futuro sin violencia contra las personas.

 

·         Reconocer la gravedad y actualidad de la violencia de género como un problema social de primer orden, de salud pública y como un grave atentado a los Derechos Humanos fundamentales hacia la mitad de la población.

 

·         Manifestar nuestro más absoluto rechazo a todas y cada una de las formas de violencia contra las mujeres, con especial atención de las menos visibles o menos conocidas.

 

• Reafirmar nuestro compromiso con el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y destacamos la importancia de los Ayuntamientos en su desarrollo. Además, y una vez evaluada la aplicación del Pacto de Estado, instamos a su renovación y avance donde se recalque que la violencia de género es aquella ejercida contra las personas más aún cuando se ha abierto el debate de la existencia de numerosos géneros, en el Congreso de los Diputados y en el Senado de España.

 

• Alentar a las Entidades Locales a continuar desarrollando programas de concienciación y educación en las escuelas para prevenir la violencia de género, así como en los centros de mayores.

 

• Reconocer la importancia de la coordinación de todos los actores involucrados en la lucha contra la violencia de género para brindar una respuesta integral a las víctimas.

 

            • Asumir el compromiso de evaluar la eficacia de las medidas puestas en marcha, en un proceso de mejora continua para asegurar su adecuación al incremento de la atención y la recuperación de las víctimas.


Adjuntos:

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