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En línea con la aprobación del nuevo Real Decreto 3/2023 de aguas de consumo humano, de 10 de enero y con el objeto de reforzar aún más la garantía y la seguridad de la salud de las personas y de la calidad del agua potable, se han incorporado al plan de control analítico otra serie de parámetros adicionales.   Gracias a ello, se ha podido determinar la presencia en el agua de un contaminante que superaba ligeramente los valores normativos, provocado como reacción al proceso de potabilización de una mayor conductividad presente en el agua bruta procedente del río Pisuerga, fuente de suministro de la localidad. 

Ante esta situación, las autoridades sanitarias han declarado “no apta para el consumo” el agua distribuída en Torquemada, tras el aviso levantado por Aquona y el Ayuntamiento. Sanidad ha trasladado que los vecinos no podrán beber el agua del grifo ni usarla para la preparación de alimentos, ni para la higiene bucodental. Sí podrán hacerlo para su aseo, duchas, higiene personal y otros usos domésticos.

La empresa y el Ayuntamiento, de forma inmediata han dado traslado a las autoridades sanitarias y ha puesto en marcha los protocolos establecidos, comunicando a los diversos organismos responsables la detección de este parámetro, así como un plan de acción operacional dirigido a revertir la situación  lo antes posible.