• 2020-09-08 10:48:50
    Info General

    Verdes campos, dehesas negras,
    monte bajo donde corren lagartos
    y habitan las culebras.

    Verde del olivar verde,
    olivos en las mesetas
    colocaditos en filas
    cual soldado en la leva.

    Regadíos en los valles,
    vegas fértiles en tus riberas
    de esos ríos que te cruzan
    abriendo surco en tus tierras.

    Las cepas de tus viñedos,
    se esparraman por tus tierras,
    dormitan sobre tus campos,
    al sol que mucho calienta.

    Pámpanos verdes floridos
    vestidos de primavera.
    Muros recios, piedras viejas.
    Piedras que hablan de antaño,
    que nos cuentan tus grandezas.

    Es el libro de tu historia,
    que está escrito en las piedras.

    Fuertes muros, piedras bellas
    así son los monumentos
    que adornan; calles y plazas,
    que las colman;
    de ermitas y de palacios,
    de templo y de iglesias.

    Son tus pueblos y ciudades,
    son tus campos y tus dehesas.

    Extremadura la añeja,
    la que se fue haciendo vieja,
    la asentada en un llano
    al que se llega por cuesta.

    Extremadura y sus cielos
    donde habitan las estrellas,
    en la que lunas y soles
    se recrean en su belleza.

    Extremadura, es esa,
    en la que los vientos cierzos
    habitan morando en ella.

    Extremadura; la que las lluvias
    de otoño la visten de primavera.

    Extremadura es esa;
    en la que el invierno duro
    se siente feliz en ella.

    Extremadura es mi tierra.
    Tierra que nunca fue rica,
    por ser generosa y buena.
    Porque siempre dio a otros
    lo que para ella quisiera.